Hace unos meses inaugurábamos Malta y Lúpulo con una entrada sobre la extendida costumbre española de servir la cerveza a una temperatura extremadamente fría.
Ha pasado ya bastante tiempo sin actualizar el blog y aunque lo parezca este Maestro Birrero no estaba muerto sino que, como decía Peret, estaba tomando cañas.
En aquella entrada nos quedó claro que la cerveza servida a temperaturas extremas se convierte en un liquido frio sin olor, sabor ni ningún tipo de propiedades organolépticas. Ahora bien, ¿cúal es la temperatura correcta de servicio?
No es una pregunta con una respuesta categórica, ya que cada variedad de cerveza tiene su temperatura ideal , y como seguro que sabeis ya, hay MUCHAS VARIEDADES completamente distintas:
Randy Mosher , en su maravilloso libro Tasting Beer explica que como norma general las cervezas fuertes se deben tomar mas templadas que las ligeras y de la misma manera las cervezas claras deben servirse más frias que las cervezas oscuras.
Pero ¿y esta norma como se representa en temperaturas concretas? El rango adecuado para servir cualquier cerveza va entre los 3 y los 13 grados celsius. En realidad cada variedad tiene su temperatura ideal , pero cualquier cerveza servida más fria de los 3 grados o más caliente de los 15 , será un líquido insípido e inbebible.
El frio hace que los aromas de la cerveza queden escondidos y al mismo tiempo anestesia nuestras papilas gustativas. El calor transforma y modifica los sabores y la textura con la que fue concebida originariamente la cerveza.
De Tasting Beer , hemos tomado prestado este cuadro que resume las temperaturas de servicio ideales para las principales variedades de cerveza.
Ahora imaginad una buena cervecería en la que tengan una carta de cervezas variadas. Conseguir que cada cerveza tenga su temperatura ideal es muy complejo. De hecho, los fabricantes de equipos de cerveza de barril normalmente recomiendan una temperatura de servicio de 3 grados. Se trata de la temperatura a la que sale la cerveza del grifo, que variará en un porcentaje significativo de la temperatura que tendrá la cerveza en el vaso cuando vayamos a pegar el primer sorbo. Es por tanto un temperatura de compromiso.
En nuestra casa, los frigoríficos normalmente se encuentran a unos 5º. Es una buena temperatura para prácticamente poder disfrutar de cualquier cerveza. En el caso de cervezas más fuertes siempre podemos dejar «reposar» unos minutos la botella para conseguir que la temperatura suba unos cuantos grados. Como en muchas disciplinas, la práctica ( y la cata) hará que con el tiempo consigais la temperatura ideal para vuestra cerveza favorita.
PS: La imagen destacada del post pertenece a cjmartin