Tópicos cerveceros españoles: La cerveza fría.

En el post de bienvenida que publicábamos hace unos días , hablaba de los axiomas cerveceros en los que un servidor creía antes de empezar a interesarse activamente por la cerveza. Más que  axiomas , creo que sería correcto hablar de tópicos o falsas creencias. Desafortunadamente España no es un país con una gran tradición o cultura cervecera, así que tópicos tenemos para dar y tomar. Aprovechando esta coyuntura damos por inaugurada nuestra primera sección fija en Malta y Lúpulo. Con ustedes (ta ta tachannnnn):

TÓPICOS CERVECEROS ESPAÑOLES

En el capítulo de hoy:

La cerveza siempre fría

En España todo el mundo sabe que Juan Carlos I es muy campechano , que los franceses nos tienen mucha envidia y que la cerveza SIEMPRE  tiene que estar fría , MUY FRÍA. Esto es así, aunque quizás en el caso de la cerveza, la creencia popular sea incorrecta.

Una caña bien fresquita

Es facil ver que ,en términos generales, en este país la cerveza siempre ha gustado fría. Probad a preguntar a cualquier amigo o allegado cual es la temperatura ideal de degustación de una caña en el aperitivo, de un lata de 33c en la playa o de un tercio en su bar de copas preferido. Las respuestas en su totalidad  variarán entre bien fría, helada, fresquita o congelada dependiendo de la situación. Así que ya ha quedado claro que las cosas claras , el chocolate espeso y las cañitas bien frías.

 

Grifo cerveza Helado
I+D español. Somos inventores del grifo de cerveza helado con costra.

¿Pero cual es la temperatura correcta para el consumo de la cerveza?  Pues depende de la variedad de cerveza que estemos degustando. En España , la cerveza que se consume mayoritariamente corresponde con la variedad lager. En próximos artículos hablaremos de las múltiples variedades de cerveza, pero mientras tanto podemos adelantar que las lager son cervezas de  fermentación baja  a baja temperatura. El rango de temperatura de consumo ideal de las pale lager, que es la subcategoría  a la que pertenecen la mayoría de cervezas que podemos encontrar en un bar o un supermercado de nuestro barrio, varía entre los 4º y 7º grados celsius. Las lager, por tanto, se tienen que servir frías o al menos fresquitas.

Sin embargo a muchos consumidores, esos 4º grados les saben a poco y necesitan disfrutar de su cerveza  a una temperatura realmente fría. En verano es habitual que muchos establecimientos sirvan la cerveza en vasos y jarras heladas y últimamente se han generalizado en los bares la instalación de grifos de cerveza que prometen servirla a temperaturas de entre 0º y-2º.

No es el cuadro de mandos del Delorean, es la temperatura de la cerveza.

 

¿Cuanto más fría mejor?

¿Realmente una cerveza servida a -2 grados centígrados está mejor que una servida a 5º? ¿Potencian y mejoran las bajas temperaturas las cualidades organolépticas de la cerveza? Eso parece pensar el público general que disfruta viendo como su cerveza se convierte en granizado al verterla en una jarra de barro helada en cualquier terraza de verano.

Sin embargo  la realidad es otra. El frio tiene 2 efectos principales sobre la degustación :

– Apaga los aromas de la cerveza
– Anula las terminaciones sensitivas de las papilas gustativas

Esto nos deja un panorama desolador. Por un lado tenemos una cerveza sin aroma y por otro lado tenemos unas papilas gustativas que no reaccionan ante ningún tipo de estimulo ya que han sido anestesiadas por el frío directo que las envuelve mientras intentan hacer su trabajo. El hecho es que a 2 grados bajo cero da igual la bebida que salga por el grifo del bar , ya que difícilmente vamos a ser capaces de distinguir algo más allá de la sensación de frio y el color de la cerveza en el vaso.

En los Estados Unidos muchos entendidos cerveceros sostienen que esta tendencia de servir la cerveza a temperaturas exageradamente bajas es promovida por las cerveceras para dar salida fácil y rápida a un producto de baja calidad. Esta teoría vendría a ser el equivalente a la  de las patatas fritas de las hamburgueserías de comida rápida, que solo se pueden  tomar mientras están muy calientes ya que cuando se empiezan a enfriar llegan a ser incomibles.

Mientras que en mercados como el de EEUU esta teoría puede ser válida , en España los motivos de este gusto por la cerveza muy fría son otros y estarían relacionados con cuestiones climatológicas y sobre todo culturales.A diferencia de lo que ocurre con el vino, la poca tradición cervecera española hace que se la considere  como una simple bebida refrescante sin pretensiones gastronómicas.

 

Y para terminar un pequeño video los chicos de MythBusters , donde explican porque en algunas ocasiones la cerveza ,cuando esta muy fría, puede llegar a congelarse instantaneamente al golpearla o simplemente después de abrirla, convirtiéndose así en granizado de malta.

 

 

 

 

La foto destaca del post en la portada de la web es de tabula_electrónica 

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